domingo, enero 07, 2007

Fragmentos del 701 al 720

La menor variación de temperatura vuelve a poner en cuestión todos mis proyectos, no me atrevo a decir que todas mis convicciones. Este tipo de dependencia, la más humillante que existe, no deja de desesperarme, al tiempo que arruina las pocas ilusiones que aún me quedan relacionadas con la posibilidad de ser libre, y con la libertad en general. ¿De qué sirve pavonearse cuando se está a merced de la Humedad y la Sequedad? Desearía una tiranía menos lamentable, dioses de otra calaña.

701 (Pág. 88 – 4)

El remordimiento es mi vitalidad, y mi gran recurso.

702 (Pág. 88 – 5)

Mi incapacidad para coincidir con aquel que soy aumenta día tras día el intervalo que me separa de las cosas; a decir verdad, es la causa de que se opere en mí un constante engorde, una generación de intervalos.

703 (Pág. 88 – 6)

En filosofía y en todo, la originalidad se reduce a las definiciones incompletas.
Todo punto de vista original es un punto de vista parcial, y voluntariamente insuficiente.

704 (Pág. 88 – 7)

Yo sé que todo es irreal, pero no se cómo probarlo.

705 (Pág. 88 – 8)

Sensaciones de asesino elegíaco.

706 (Pág. 88 – 9)

Renunciar a todo, incluso al papel de espectador.

707 (Pág. 88 – 10)

No comprendo como puede escribirse un libro cualquiera; y sin embargo...

708 (Pág. 89 – 1)

Llega un momento en que no se puede sacrificar lo esencial, y en que justamente escribir se convierte en una faena, e incluso un examen.

709 (Pág. 89 – 2)

31 de mayo de 1962.
Mi humor constantemente sombrío viene de mi incapacidad de trabajar, del espectáculo de mis días desperdiciados, de la atmósfera de remordimientos difusos en que vivo. Soy infiel a la imagen que de mí mismo me he hecho, he traicionado y destruido todas las esperanzas que había depositado en mí.

710 (Pág. 89 – 3)

El hombre ha sido creado para vivir bajo la protección –y la complicidad- de los dioses. Liberado a sí mismo, parece ahora una cosa asustadiza y lamentable a la vez. Un monstruo fulminado.

711 (Pág. 89 – 4)

Quienquiera que produzca más allá de sus recursos y capacidades está poseído por una pasión inconfesable. Envidio y desprecio a todo aquel que, habiendo dado con su medida, se ensaña todavía más y quiere superarse. La desgracia del escritor (y de todo hombre enfrascado en una obra) es no saber detenerse a tiempo.

712 (Pág. 89 – 5)

Yo he nacido para el trabajo manual, para vivir al aire libre, para moverme y afanarme en el campo, junto a las bestias, y no para estar encerrado en una habitación, encadenado a una mesa de “trabajo”, inclinado sobre un papel eternamente en blanco.

713 (Pág. 89 – 6)

Vivimos en un siglo que ha visto desaparecer al hombre del universo pictórico. Cuanto más retrato, más rostro. El proceso ha sido fatal. De todos modos, nada se podía sacar ya del rostro humano: después de haber enseñado sus secretos, sus trazos no interesan a nadie.
¿Tendrá esa ventaja la pintura sobre el resto de las artes? ¿Reflejará mejor que las demás el proceso de cambio en el que estamos inmersos? Una vez abolido el rostro del hombre, ¿no le tocará ahora el turno al hombre mismo?
Decididamente, este siglo es más importante de lo que creemos.

714 (Pág. 89 – 7)

Correspondencia de Hegel..., ¡qué decepción! Decididamente, mi desencuentro con la filosofía se agrava. ¡Y además, vaya una idea leer las cartas de un Profesor!

715 (Pág. 89 – 8)

Ayer, domingo 3 de junio, en el tren que me traía de Compiegne a París. Delante de mí, una muchacha (¿diecinueve años?) y un joven. Intento combatir el interés que he tomado por la chica, por su encanto y, para engañarlo, me la imagino muerta, como un cadáver ya avanzado, sus ojos, sus mejillas, su nariz, sus labios, todo en plena descomposición. Nada que hacer. El encanto que ella emanaba se me imponía constantemente . Ese es el milagro de la vida.

716 (Pág. 90 – 1)

Llega un momento en que es necesario poner las ideas en práctica. Yo no he vencido nunca de hecho la contradicción con las mías; temo no obstante llegar a conformarme un día y sacar las últimas consecuencias. Pero mis ideas me excluyen.
Desde los diecisiete años arrastro dudas bajo las cuales otros, más fuertes que yo, habrían sucumbido. Pero poseo cierta debilidad obstinada que viene a reemplazar el vigor y que se acomoda a todo lo que contraría a la vida.

717 (Pág. 90 – 2)

De nuevo un resfriado. ¡Seis meses al año resfriado! Fenomenología del constipado..., bonito título para una tesis doctoral.
No tengo dolor de cabeza, sino algo mejor: una pesadez constante sobre el cerebro, una nota fúnebre sobre el espíritu.

718 (Pág. 90 – 3)

He visto la Sonata de los espectros (en sueco) en el Teatro de las Naciones. Es inadmisible que conozca tan mal a Strindberg, uno de los pocos que todavía pueden enseñarme algo sobre el horror de la vida.

719 (Pág. 90 – 4)

A lo más mínimo que hago para tender a la “perfección” me encuentro prisionero de la cólera. No falla, en cuanto que lo hago, soy su súbdito. Reconozco que es degradante no poder librarse de ella, pero no puedo hacerlo. Si..., llego al punto de no hacer nada de nada, a no sacar siquiera las conclusiones a las que tales “accesos” inevitablemente me conducen. A la obsesión de inanidad universal debo que deje de cometer algún acto irreparable. Pues no he vencido a la cólera y, sobre todo, a sus secuelas sino por el beneficioso método del ¿qué tal va la cosa?

720 (Pág. 90 – 5)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por regalarnos este tesoro.
De momento me gustaría preguntar una cosa y ayudar -espero- con una pequeña corrección.
La pregunta es ¿por qué has empezado tu traducción por el frag. 281? ¿Tienes previsto traducir también los anteriores al frag, 281?
Y la corrección se refiere al frag. 287. Creo que el "Tertullien" al que se refiere Cioran no es otro que el Padre de la Iglesia Tertuliano.

Saludos. Te seguiré leyendo.

Jorgewic dijo...

Muchas gracias, "Anonimo" por todo. Me alegro que te guste el proyecto. Si te fijas bien, verás que empecé las traducciones con el fragmento 1, como está mandado. Tienes que ir hacia abajo, buscando las entradas más antiguas en el "Archivo del blog" (las he ido publicando de 20 en 20).
Y tienes razón, es Tertuliano..., ¿en qué estaría yo pensando? Gracias por el cable. Cuando te pones a traducir los nombres propios la mitad de las veces te salen con piloto automático, y ni te das cuenta.
Un abrazo.