Mi madre y mi padre, no puedo imaginar dos seres más distintos. No he rehusado neutralizar en mí sus caracteres irreductibles; de este modo arrojan sobre mi espíritu una doble e irreconciliable herencia.
141 (Pág. 27 – 1)
El odio sin objeto, el odio puro, es una forma de desesperación, la peor forma de ser. ¿Pero cómo explicar esto?
142 (Pág. 27 – 2)
Mis insomnios, les entrego lo mejor y lo peor de mí mismo.
143 (Pág. 27 – 3)
Su sonrisa pasada de moda.
144 (Pág. 27 – 4)
X, un escritor inanimado.
145 (Pág. 27 – 5)
13 de julio de 1958
Domingo cruel, en el que me vuelven a llamar todos aquellos a los que he probado la inanidad absoluta de todo.
146 (Pág. 27 – 5)
He profundizado tanto en mi vida, la he vaciado y vuelto a rellenar tantas veces, que no queda nada, a nada se me parece ya; la he agotado, secando sus fuentes.
147 (Pág. 27 – 6)
La vida, más pienso en ello, más me doy cuenta de que se me ha vuelto un concepto místico, o un sustituto del infinito, puede ser de Dios.
148 (Pág. 27 – 7)
Moverse bestialmente por un planeta fallido.
149 (Pág. 27 – 8)
“... la pereza es como una beatitud del alma, que la consuela de todas sus perdidas, y la coloca en el lugar de todos los bienes” (La Rochefoucauld).
150 (Pág. 27 – 9)
El pasaiso lo es todo, y a veces conozco ese todo.
151 (Pág. 27 – 10)
El hastio, sufrimiento vacío, tormento difuso. Pero uno no se hastía en el infierno, sino en el paraíso. (Desarrollar en el comentario a “Sueño de un hombre ridículo”).
152 (Pág. 27 – 11)
Hastío de Dios.
Nunca ha conocido el aburrimiento quien ignora la voluptuosidad de abandonar un proyecto.
153 (Pág. 27 – 12)
Por muy bueno que sea, no podría aceptar este universo sin sentirme culpable de fraude.
154 (Pág. 27 – 13)
Puedo imaginarme perfectamente la desesperación de una hiena.
155 (Pág. 28 – 1)
Describir esos momentos en que la vida pierde de repente todo su sentido, en que la saciedad nos sumerge y pone algo así como un término a la efervescencia del espíritu.
156 (Pág. 28 – 2)
Me hubiera gustado vivir en una corte corrupta, ser el escéptico de un príncipe...
157 (Pág. 28 – 3)
27 de julio de 1958
Ahriman es mi príncipe y mi dios. Se dice que despues de 12.000 años de combates contra Ormuzd, este le superará [Ahriman es el Espíritu del Mal en la religión macedónica, mientras Ormuzd es el Dios Supremo]. Por lo tanto...
158 (Pág. 28 – 4)
Debo expiar la libertad de que gozo. Pago este lujo de exiliado con mis desgracias reales o imaginarias.
159 (Pág. 28 – 5)
8 de agosto de 1958
Acepto ser el último de los hombres, si ser hombre es parecerse a los demás.
160 (Pág. 28 – 6)
141 (Pág. 27 – 1)
El odio sin objeto, el odio puro, es una forma de desesperación, la peor forma de ser. ¿Pero cómo explicar esto?
142 (Pág. 27 – 2)
Mis insomnios, les entrego lo mejor y lo peor de mí mismo.
143 (Pág. 27 – 3)
Su sonrisa pasada de moda.
144 (Pág. 27 – 4)
X, un escritor inanimado.
145 (Pág. 27 – 5)
13 de julio de 1958
Domingo cruel, en el que me vuelven a llamar todos aquellos a los que he probado la inanidad absoluta de todo.
146 (Pág. 27 – 5)
He profundizado tanto en mi vida, la he vaciado y vuelto a rellenar tantas veces, que no queda nada, a nada se me parece ya; la he agotado, secando sus fuentes.
147 (Pág. 27 – 6)
La vida, más pienso en ello, más me doy cuenta de que se me ha vuelto un concepto místico, o un sustituto del infinito, puede ser de Dios.
148 (Pág. 27 – 7)
Moverse bestialmente por un planeta fallido.
149 (Pág. 27 – 8)
“... la pereza es como una beatitud del alma, que la consuela de todas sus perdidas, y la coloca en el lugar de todos los bienes” (La Rochefoucauld).
150 (Pág. 27 – 9)
El pasaiso lo es todo, y a veces conozco ese todo.
151 (Pág. 27 – 10)
El hastio, sufrimiento vacío, tormento difuso. Pero uno no se hastía en el infierno, sino en el paraíso. (Desarrollar en el comentario a “Sueño de un hombre ridículo”).
152 (Pág. 27 – 11)
Hastío de Dios.
Nunca ha conocido el aburrimiento quien ignora la voluptuosidad de abandonar un proyecto.
153 (Pág. 27 – 12)
Por muy bueno que sea, no podría aceptar este universo sin sentirme culpable de fraude.
154 (Pág. 27 – 13)
Puedo imaginarme perfectamente la desesperación de una hiena.
155 (Pág. 28 – 1)
Describir esos momentos en que la vida pierde de repente todo su sentido, en que la saciedad nos sumerge y pone algo así como un término a la efervescencia del espíritu.
156 (Pág. 28 – 2)
Me hubiera gustado vivir en una corte corrupta, ser el escéptico de un príncipe...
157 (Pág. 28 – 3)
27 de julio de 1958
Ahriman es mi príncipe y mi dios. Se dice que despues de 12.000 años de combates contra Ormuzd, este le superará [Ahriman es el Espíritu del Mal en la religión macedónica, mientras Ormuzd es el Dios Supremo]. Por lo tanto...
158 (Pág. 28 – 4)
Debo expiar la libertad de que gozo. Pago este lujo de exiliado con mis desgracias reales o imaginarias.
159 (Pág. 28 – 5)
8 de agosto de 1958
Acepto ser el último de los hombres, si ser hombre es parecerse a los demás.
160 (Pág. 28 – 6)
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